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La Laguna Epecuén es el destino final de los excesos pluviales que ocurren en todo el sistema hídrico de las lagunas Las Encadenadas que se encuentran al oeste de la provincia de Buenos Aires.

Villa Epecuén (2011)

Pueblo de la provincia de Buenos Aires situado a orillas de la Laguna Epecuén, que supo ser de los balneario más exclusivo del país en los años 70. Destino de moda elegido por la aristocracia bonaerense por sus aguas altamente mineralizadas, famosas por sus propiedades medicinales para el tratamiento de enfermedades reumáticas y de la piel.

Por aquellos años en el pueblo había unas 5 mil plazas hoteleras, 250 establecimientos turísticos, 25 mil turistas durante la temporada de verano y una población estable de 1200 personas. Con la falta de planificación urbana e incompletas obras publicas, en la villa comenzó a gestarse el comienzo del fin.

El 10 de noviembre de 1985 una sudestada dio inicio a la catástrofe. La fuerza del agua fue tan potente que el terraplén que protegía de inundaciones al pueblo comenzó a ceder y la laguna creció de a un centímetro por hora. Luego de dos semanas el terraplén cedió por completo y el agua tapo al pueblo entero.

Todos sus habitantes debieron ser evacuados, teniendo que abandonar sus casas y comercios. La gente de un día para el otro perdió todo: su historia, sus raíces, su propiedad, su pasado, sus costumbres.

Mas de 20 años llevó que el agua comenzara a bajar. Arboles muertos y las ruinas del pueblo fueron quedando al descubierto, haciendo un paisaje único y desolador. El óxido se apodero de los metales, resurgiendo montañas de escombros de lo que alguna vez fueron hoteles, restaurantes, casas y, su edificio más alto, el Matadero.

Hoy en día se puede recorrer, a través de un circuito turístico, las ruinas de este legendario pueblo y sentir el devastador silencio de un pueblo deshabitado.

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